En cuestión de vinos, con elegir un buen caldo no basta. Beber vino implica mucho más, todo un ritual que ha elevado tanto su reputación a ojos de algunos que servir una simple copa a los amigos o servirlo adecuadamente en un restaurante no esté al alcance de todos.

Hoy os vamos a dar una serie de consejos para que en vuestras veladas podáis presumir de ser un gran entendido en el arte vitivinícola.

1. Abrir y limpiar bien la botella antes de servir el vino y retira el aluminio del cuello de la botella. Si bien no es imprescindible, se aconseja hacerlo para eliminar los posibles restos que contiene el material.
2. El vino tinto se debe abrir entre 30 minutos y una hora antes de la comida para que respire. Por lo que no se abre en la mesa como ocurre con los demás tipos de vino.
3. La copa correcta. Elige copas sin color y sin adornos para que se pueda disfrutar del color y la pureza del vino. La elección del recipiente es muy importante, lo ideal es servir el vino tinto en una copa abierta.
4. Momento de servir. Vierte el vino en la copa sosteniendo la botella con ambas manos. Siempre con cuidado. La copa debe estar en la mesa mientras sirves. Para evitar que los restos del vino goteen de la botella, dale la vuelta suavemente cuando estés terminando de servir. Es importante dejar que el vino caiga. Debe haber una distancia desde el cuello de la botella a la copa para permitir que el vino se airee mientras se sirve y así, mejore su sabor.
5. ¡Salud! Una vez que hayas servido el vino, limpia el cuello de la botella para que no queden restos. ¡Et… violá!

¡¡Importante!! No llenes nunca la copa de vino hasta arriba. La medida correcta en una copa de vino tinto es de 1/3. La infografía de “Amigos del Vino” que hemos colocado más arriba probablemente te haga guardar en tu memoria fotográfica las proporciones correctas.